A medida que los adultos mayores envejecen más, su ingesta de alimentos podría disminuir por múltiples causas (sobre todo cuando además tienen otras enfermedades), poniéndolos en riesgo de padecer desnutrición.
Sin embargo, hay varias cosas que podemos hacer para evitar que esto ocurra:
- Optimizar la alimentación: En la medida de lo posible, elijamos alimentos con poco volumen y calorías elevadas; es decir, porciones pequeñas de alimentos que aporten mucha energía.
- Optimizar las texturas: Es importante que los alimentos que preparemos tengan una textura que permitan una buena masticación y palatabilidad. Mientras los alimentos se sientan mejor en la boca será más sencillo que las personas los puedan ingerir.
- Cuidar la cavidad oral: Al faltar piezas dentarias o descuidar el estado de la boca, comer puede hacerse más difícil; acudir periódicamente con un dentista también ayudará a que nuestro familiar coma mejor.
- Cuidar el estado psicosocial: Nadie come bien si no se siente bien por lo que, además de procurar un buen estado emocional, hacer cosas como acompañar a la persona a la mesa para que no coma sola mejorará su alimentación.
- Usar saborizantes: ¿Quién podría comer bien si la comida no es sabrosa o si es insípida?, el uso de condimentos y especias que mejoran el olor y el sabor de los alimentos mejoran su consumo.
- Pedir ayuda: A veces las personas no comen bien porque no es tan fácil seguir todas las recomendaciones por lo cual, si contamos con ayuda para cocinar la comida o para ayudarnos en la alimentación, es muy probable que ésta mejore.