Una de las características de cuidar de alguien es que tenemos que estar todo el día al pendiente de esa persona. A veces resulta difícil, aunque queramos ir a la calle a pasear o tomar un poco de tiempo, ya sea porque no hay otras personas que nos ayuden a cuidar de nuestro familiar o porque no encontramos tiempo a lo largo del día. Es importante tener actividades en casa que nos ayuden a pasar el tiempo y a distraernos.
Leer un libro en voz alta. Esta actividad puede ser placentera para el cuidador y para el paciente, estimula la creatividad y es una buena forma de pasar el tiempo. No necesita ser todo el día, puedes planear tu semana para tener 30 minutos de lectura todos los días o un día sí y otro no, encuentra un libro que disfrutes mucho y compártelo con tu paciente.
Planea días de películas o de tu serie favorita. En ocasiones es buena idea invertir en películas o series que nos gustan y que podemos ver en la televisión o en el celular. Pregúntale al paciente cuáles son sus películas favoritas y ponlas una o dos veces a la semana, para hacer maratones de temas que les gusten a ambos. Además de pasar el tiempo, es una buena alternativa para promover la conversación.
Revisar fotografías de la familia o pregunta sobre sus experiencias. En ocasiones, el hablar del pasado y de los recuerdos ayuda a que se conozcan más entre sí. Como cuidadores, podemos tomar un tiempo para registrar esas memorias. Puede incluso ser un hobbie que disfruten los dos, y con el tiempo podemos usar esos registros para ayudarle a recordar sus anécdotas.
Hacer rompecabezas o pintar. Estas dos actividades ayudan a desarrollar la creatividad y a disminuir el estrés. Podemos comprar libros para colorear para adultos que tienen imágenes relajantes y que nos van a ayudar a relajarnos cuando tenemos que estar todo el día en casa o cuando tuvimos un día difícil.
Otras actividades como la jardinería (de pequeñas plantas) o cocinar, ayudan a que los pacientes se sientan involucrados y a nosotros a pasar el tiempo de una forma práctica.
Puedes intentar las actividades y ver cuál es la que más te gusta. Si en algún momento tu familiar no se siente tranquilo, puedes intentarlas en otra ocasión. Mientras más tranquilo estés y sea algo que te guste resultará más fácil invertir tu tiempo en alternativas para realizar en casa.
